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Elegir a tu enemigo

Votar a tu enemigo
Foto: Elegir a tu enemigo -

Política economía y salud en España

Votar a quien no te representa es como votar a tu enemigo y darle potestad para que organice tu vida de forma muy distinta a como tú la decidirías si fueras libre.



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Juan Vte. Santacreu – 19/5/2018 – Parece extraño que pudiendo elegir, muchos elijan siempre la peor opción. Pero así es. Debe ser una peculiaridad de la condición humana o lo que yo he llamado en numerosas ocasiones la irracional inteligencia colectiva.
La prueba está por ejemplo que, si hablamos de economía, la mayoría de personas con las mismas oportunidades que toman las mismas decisiones no llegan a ser millonarios, ni tan si quiera una minoría, solo unos pocos que han elegido otras alternativas distintas a la mayoría triunfan y son ricos.


Elegir a quien no te representa


Este planteamiento lo podemos trasladar al plano político social de los españoles. Nadie en su sano juicio puede entender que cuando a los ciudadanos se les da la oportunidad de elegir siempre opten por la peor decisión. Lo vemos continuamente en las reuniones de las comunidades de vecinos, y a nivel nacional lo hemos visto recientemente cómo los españoles han elegido a Alfred y Amaia, unos mierdas antiespañoles, para que representen a España.
Pero si esto es difícil de explicar, dígame si tiene sentido que los ciudadanos elijan a unos políticos que les van a cobrar, por todo el morro, unos impuestos cuando reciban una herencia. O que los españoles voten a políticos que les obligan a estudiar unos dialectos de mierda en lugar de estudiar lenguas internacionales, o que voten a políticos que les roban en el recibo de la luz, o políticos que les impiden circular en coche y aparcar mientras ellos van en coche a todas partes y con aparcamiento reservado.


Por todo esto y mucho más, que es imposible escribir en un artículo, hay personas que optan por hacer las cosas de distinta manera a la mayoría y son los que al final triunfan. España está llena de ejemplos. Pero tranquilos, todo esto nadie lo ve y si se lo planteas a un imbécil lo relacionará siempre con el factor suerte. Y la suerte amigo mío solo es el 50% de lo que uno se labra.

La democracia es buena si los individuos están preparados para utilizarla porque si no, solo sirve para elegir a tu verdugo. O en el mejor de los casos a tu amo.

Así lo pienso y así lo digo.

Abandonamos las redes como Twitter porque manipula la realidad política al servicio de los zurdosos y vende tus datos privados. Sigue nuestro ejemplo.




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La inteligencia colectiva

-- Esta investigación que te propongo es muy curiosa, cuando tratamos de analizar la inteligencia media de un grupo de personas nunca el resultado es la suma de la inteligencia de cada uno dividido por el número de individuos. El resultado real siempre es mucho más bajo. Esto se debe a que la fuerza de los menos inteligentes tiene mayor impacto sobre el grupo que las personas que tienen un nivel superior. Lo podemos ver en las decisiones de las juntas de vecinos que siempre toman las peores decisiones.



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205 Lo que se espera de Feijóo - Si eres votante del PP tienes mucho mérito porque sigues votando a un partido político que jamás en sus legislaturas con mayoría absoluta ha hecho nada de lo que prometió en campaña electoral.


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Libertad lingüística

-- El mayor enemigo de los políticos, sobre todo de los partidos de izquierdas, es la libertad individual, es algo que les aterra por que les dejan sin poder. Lo curioso no es que haya políticos retrógrados, los mal llamados progresistas, lo terrible es que hay ciudadanos que los votan y entreguen su libertad a esos tiranos. Unos los votan por ignorancia, otros por imbéciles pero entre unos y otros están configurando una mayoría estable en España.



Lenguas tribales y demás imbecilidades

-- Al margen de la política si tú preguntaras a miles de ciudadanos si prefieren una ley que les permita trabajar y estudiar en todo un país o sólo en una región, la mayoría aplastante te diría que eso es una imbecilidad, que por supuesto prefieren poder trabajar y estudiar en un país sin fronteras. Pues bien, en la practica un cincuenta por ciento de esos ciudadanos votan políticas territoriales que levantan fronteras ligústicas que les van a impedir lo que consideran normal.

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