España, de un gran país a muchos, pequeñitos y jodidos
Los españoles
La transformación sigilosa de España; de un país grande y libre a muchos países, pequeñitos y jodidos.
3/3/2021 - Cuando un español sale de España con un mínimo de análisis crítico, al descubrir el mundo más allá de nuestras fronteras rápidamente se da cuenta de la riqueza sin explotar que tenemos en nuestro país. En España tenemos de todo, y a pesar de no tener garajes como los americanos, contamos con grandes inventores, innovadores, disponemos de suficiente espacio para que se instalen grandes industrias, mano de obra, productos naturales como el sol, somos ricos en costa, turismo, gastronomía, agricultura, etc.
Por ejemplo, todos conocen y hablan del bienestar de Dinamarca, Holanda, Austria, etc., y yo siempre me planteo lo mismo, ¿Que tienen esos países que no tenga España? Esos países no tienen nada que en España no tengamos, además tenemos joyas naturales que ellos no poseen por propia naturaleza como una gran extensión de costa, sol, extensión territorial, etc.
Consultado con expertos en economía, ciencias políticas, sociólogos, etc. se puede extraer las siguientes conclusiones: en esos países los trabajadores, aparte de ir al trabajo, trabajan y producen, tienen un sólo gobierno, tienen proporcionalmente un 75% menos de políticos que viven de sueldos del estado, tienen un 80% menos de funcionarios que nosotros, tienen una sola lengua oficial, flexibilidad laboral en despidos y contratos y quizá lo más importante, los ciudadanos y las empresas no tienen la inseguridad jurídica que tenemos en España. Sólo he citado las principales conclusiones de las 54 diferencias básicas que encontramos en Europa respecto a nuestro país.
La administración de España estrangula tanto a las empresas que cierran el 40% el primer año de vida, el 20% el segundo año y el 10% no pasa del tercer año. El 70% de las empresas cierran en tres años y con ella se van millonadas de recursos, dinero y subvenciones perdidas. Si hablamos de las multinacionales, cogen las maletas y se van a otros países como Irlanda donde no les crean problemas ni las estrujan fiscal y legislativamente.
En Europa todos los avances sociales sobre la maternidad, por ejemplo, se hace a cargo del Estado, aquí en España se hacen a costa de las empresas. A pesar de todo esto no pasa nada, la Masa Borreguera puede estar tranquila porque seremos un país de bares y chiringuitos y lo pasaremos de puta madre. Lo malo es si un día el turismo nos falla, como por ejemplo por una pandemia.
Sobre las lenguas autonómicas absurdas de España sólo me queda una duda, ¿Sabe la Masa Borreguera que el mantener los dilectos tribales -lenguas cooficiales para los imbéciles- le cuesta al Estado español 6.000 millones de euros al año? Es decir, lo pagamos todos los españoles. Y gran parte de ese coste recae también en las empresas. No hay ningún país en Europa que esté dispuesto a correr con ese gasto.
¿Sabe la Masaborreguera que las lenguas cooficiales no sirven para nada y son de reciente creación? Bueno, a decir verdad sí que tienen una utilidad: separar a los españoles.
El único dialecto histórico que existe en España es el valenciano con sus variantes, mallorquín y catalán que siempre lo han hablado la gente rural y sin cultura. Respecto al vasco, ese dialecto no ha existido nunca. En Vascongadas se han hablado multivariantes, con tantas diferencias, que entre ellos no se entendían teniendo que inventar, crear y normalizar una lengua para unir esos modismos dialecticos.
Sobre el Gallego, a mí me da la risa, pero respeto mucho a quien lo hable, es más me parece muy bien que haya gente que se entretenga en aprender un portugués mal hablado mezclado con un español medieval en lugar de estudiar inglés o simplemente español como hacen todos los países avanzados de Europa.
Por último para resumir España te dejo un chiste con muy mala leche pero que a la Masa Borreguera le hace mucha gracia: España es tan rica, que a pesar de que tengamos tantos políticos robando, aun queda dinero en el país. A mí no me hace gracia pero es la realidad triste y patética de nuestra España.
Así lo pienso y así lo digo
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