Efectos y consecuencias de la inteligencia colectiva
Españoles y economía
Síntesis de la irracionalidad de la inteligencia colectiva en este artículo que también lo podría titular, "Un imbécil en cada grupo" o "Ponga un imbécil en su vida", no será una vida inteligente pero será entretenida.
Otros apartados de ► Cartas y quejas de los españoles
Este artículo lo publiqué en 2011 en el periódico Estrella Digital cuando era un Medio libre y para evitar que se pierda en el entramado caótico de ese periódico, lo dejo aquí en lugar seguro.
18/6/2011 - Muchas veces me planteo cuestiones acerca de la inteligencia y realmente es un misterio. Es tan complejo el tema que ni siquiera la ciencia lo ha podido desgranar. Existen muchos enigmas sobre la mecánica de la inteligencia, parece que cuando abres una puerta para hallar respuestas, te encuentras a su paso otras 25 puertas cerradas que en lugar de arrojar luz crean incertidumbre y dudas.
Hace años se creía que la inteligencia era algo muy concreto y que se podía definir fácilmente si una persona era inteligente o no. Hoy se sabe que hay muchos tipos de inteligencia y que un individuo puede ser inteligente en una especialidad y muy torpe en otra, es lo que yo denomino inteligencia sectorial.
La inteligencia es tan compleja que tiene sus características propias y rompe con todos los esquemas de nuestro entorno. No es lo mismo si hablamos de la inteligencia individual que colectiva, ambas actúan de forma distinta. Este detalle me recuerda mucho al comportamiento del agua, mientras todos los elementos de la naturaleza disminuyen de tamaño con el frío, el agua aumenta de volumen. Un comportamiento ilógico y contracorriente. La inteligencia colectiva y el agua son los rebeldes de nuestro entorno, pues actúan de una manera muy peculiar cuando los analizamos y plasmamos los resultados en un gráfico.
En nuestras vidas estamos acostumbrados a sumar, a restar e incluso a sacar las medias de un conjunto de datos para establecer valores pero cuando hablamos de la inteligencia de un grupo nos podemos dar con un canto en los dientes porque las cuentas no salen. Por ejemplo, solo tienes que asistir a una de esas apasionantes reuniones de comunidad de vecinos para comprobar lo que digo.
Si un día participas de una de esas reuniones patéticas de comunidades vecinales podrás calcular la media de participantes, la media de la altura de los asistentes, el porcentaje de rubios y por supuesto, cuántos son más o menos inteligentes. Pero cuando intentas hacer un gráfico para sacar la media de cualquier aspecto, lo podrás hacer con total éxito excepto con el tema de la inteligencia. Ahí se rompen los esquemas.
Supongamos que la reunión está formada por 10 personas, de las cuales 8 tienen un IQ de 120 y los otros 2 tienen una disfunción mental podemita con un IQ de 80. Esto daría una media de 112. Pues este dato no es real, en la práctica tendremos una inteligencia colectiva de 90 porque, cuando se habla de inteligencia colectiva, el IQ individual más bajo es el que domina el grupo convirtiendo al conjunto, que es medianamente inteligente, en una panda de imbéciles. Es por ello que te habrás dado cuenta que las reuniones de vecinos siempre se opta por aprobar las decisiones más inútiles y las más caras para la comunidad.
Peculiaridades de la inteligencia colectiva en la sociedad
Sólo los imbéciles se cierran puertas así mismo para no poder avanzar
Recuerdo que en una de esas reuniones de la comunidad teníamos una vecina, María, que se encargaba de limpiar la escalera y cobraba 60 euros al mes que, aunque era poco, no somos muchos vecinos y a ella le venía muy bien. Nosotros, como cualquier comunidad de copropietarios también tenemos nuestro imbécil particular y ese día disparó contra María quejándose que no levantaba las alfombrillas para limpiar debajo.
Un imbécil en cada grupo
El tema se fue calentando, María dijo que ya no limpiaba más la escalera y nuestro imbécil matizó que no pasaba nada, que llamarían a una agencia. La empresa de limpieza nos pasó un presupuesto de 500 euros y los vecinos fuimos convocados a nueva reunión para desestimar el elevado presupuesto y pedir a perdón María. Ella nos perdonó, pero su marido, que no es imbécil, dijo que si queríamos que su mujer limpiara, el nuevo precio a partir de ahora eran 300 euros. Y claro, todos aceptamos encantados y si rechistar.
A la semana siguiente me encontré con un vecino que me dijo: "menos mal que tenemos solucionado el problema de la limpieza", a lo que yo le respondí, "sí, estamos como la semana pasada pero ahora nos cuesta 300 euros". Las conclusiones tú mismo las puedes sacar.
Así actúan los imbéciles, son minoría pero la falta de inteligencia les proporciona una potencia extrema. Es como si tomarán la Viagra de la ineptitud siendo capaces de modificar la conducta de todo un grupo social. Por eso siempre digo que tiene más peligro un imbécil que un malvado.
Otra característica de estos sujetos es que son muy veloces, normalmente la inteligencia les persigue pero ellos son más rápidos. Ellos con su disfunción mental son expertos en crear problemas donde no los hay para luego aportar la peor solución y dejarnos "jodidamente" peor de los que estábamos. ¿A que te recuerda al modus operandi de los políticos?
Si este estudio lo extrapolamos a un colectivo mayor, o incuso a una nación, entonces podemos entender cómo Zapatero llegó la Moncloa, o como Rajoy ha convertido al PP en un acosador sistemático del español y, si aprietas un poco más la imaginación, entenderás como hay defensores del trilingüismo en la educación.
Nunca la inteligencia colectiva puede superar a la inteligencia individual
Por eso es tan importante salir corriendo cuando percibes un imbécil cerca. Ten en cuenta que éstos te involucran y siempre te ganan porque, cuando se trata de imbecilidades, ellos saben más que tú.
En Masby sabemos lo que cuesta mantenerlos a raya, constantemente tenemos que lidiar con políticos y con imbéciles adoctrinados. ¡Y es que la potencia de un imbécil es tan grande que llega a desestabilizar al grupo más resistente!
Quizá ahora entiendas por qué los políticos crían, miman y mantienen a los imbéciles con una sobredosis de telebasura y buenas subvenciones. Una vez agilipollado el personal, solo es cuestión de esparcirlos por la sociedad y el resto de la historia te la puedes imaginar. Ponga un imbécil en su vida, no será una vida inteligente pero será entretenida.
Así lo pienso y así lo digo. - Juan Vte. Santacreu
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