Discutir con imbeciles |
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Juan Vte. Santacreu - Enero 2012 - Los imbéciles en síntesis son una rama potenciada de los Charlys. Son un grupo muy promiscuo y los encontramos por doquier, tanto en la izquierda como en la derecha, son ciudadanos multicolores. No hace falta que busques mucho, en España somos campeones y tenemos la mayor densidad de imbéciles por metro cuadrado. Pero tranquilo que aún caben más, si hace falta nos apretujamos. |
A los imbéciles te los encontrarás por la calle, en los comercios, en las estaciones de servicio, etc. Pero especialmente hay un escenario que les apasionan; las comunidades de vecinos. Ahí dan rienda suelta a todas sus peculiaridades convirtiendo una anécdota vecinal en un problema de comunidad. Son expertos en boicotear, bloquear y tirar por tierra cualquier decisión inteligente de la mayoría para elegir siempre la opción peor y la más cara. ¿Te suena?
Pues imagina lo que pasa cuando en lugar de una comunidad gobiernan España. |
Nunca discutas con un imbécil, tiene las de ganar |
En las tertulias de televisión también los puedes ver, y encima les pagan. No falla, cada tertulia política que se precie tiene su payaso particular para animar el cotarro porque si no las tertulias serian un muermo inaguantable. ¿Quién no se ha reído alguna vez de las imbecilidades de María Antonia Iglesias, Enrique Sopena y Arturo González defendiendo las idioteces indefendibles de su "lidereso" Zapatero?. ¿Quiénes son imbéciles? Según la Real Academia del Sentido Común, son aquellas personas y "personos" que viendo una copa rota en el suelo lo niegan afirmando que no está rota, simplemente es una descomposición de la estructura armónica de la imagen ante nuestra percepción visual, pero sigue siendo una copa en otra dimensión. Cuidado porque estos imbéciles se pueden confundir fácilmente con gilipollas "vulgaris". La diferencia es clara, el gilipollas suelta la gilipollez y ya está, el imbécil la suelta y además pretende llevarte a su terreno para convencerte. Los imbéciles, además, son unos borregos honorables que cualquier partido político los quisiera para sí como militantes ya que son capaces de defender lo indefendible e incluso las leyes que atentan contra su propia libertad, su economía y su bienestar. Otra de las particularidades de los imbéciles es que son menos inteligentes que las ratas. Los roedores cuando se ven acechados por el peligro son los primeros en abandonar el barco, en cambio, los imbéciles defienden hasta las últimas consecuencias el mensaje ideológico de sus pastores. A los "zurdosos" los vimos apoyando a Zapatero después de haber destrozado España y al PSOE. Según estos, la descomposición mental de José Luis Rodríguez Zapatero fue un estado de clarividencia superior que no alcanzamos a comprender el resto de los mortales. Los de derechas también tienen sus imbéciles particulares, los hemos visto apoyar a Rajoy después de haber traicionando a España, a los españoles, a su partido y a la Nación. Bueno, estos de derechas tienen más delito, apoyaban incluso al PP –PuPurri- de Vascongadas, a la antiespañola Sánchez Camacho y también a Alberto Núñez Feijóo, ese que dijo: "El que quiera estudiar en español, se tendrá que ir de Galicia". ¡¡Manda cojones, imbéciles al completo!! Nunca te sientes a discutir con un imbécil porque lo tienes jodido. José Luis Coll, uno de los grandes de la izquierda de España dijo: Lo malo de discutir con los imbéciles es que tienes que ponerte a su altura para que te entiendan; y ahí es donde estás perdido, porque ellos saben hacer el imbécil mucho mejor que tú. Así que, cuando te encuentres con un imbécil en un foro, en Twitter o en la vida, no discutas, sigue tu camino, los imbéciles están especializados en marear y distraerte para que te centres en las imbecilidades en lugar de las cosas esenciales. Son sencillamente imbéciles. Así lo pienso y así lo digo. Abandonamos las redes como Twitter porque manipula la realidad política al servicio de los zurdosos y vende tus datos privados. Sigue nuestro ejemplo.
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