Articulos de España |
Publicidad |
|
|
Últimos artículos:
205 Lo que se espera de Feijóo - Si eres votante del PP tienes mucho mérito porque sigues votando a un partido político que jamás en sus legislaturas con mayoría absoluta ha hecho nada de lo que prometió en campaña electoral.
Sobre la cultura de Arturo Pérez Reverte
no voy hablar porque Arturo, es la hostia de culto. Pero su inteligencia,
no pienso que sea muy pródiga, mas bien creo que, neuralmente,
está amueblado como la mayoría de los europeos, inteligencia
media y muy bien aprovechada. Pero si la capacidad de análisis
de una persona normal sobresale por encima de la inmensa mayoría
de sus conciudadanos, significa que el nivel general es patético.
O una de dos, o el pueblo español está plagados de
imbeciles o la dieta intelectual que han recibido tantos años
les han atrofiado el cerebro convirtiendo a España en un país
de indigentes intelectuales.
Es bien conocido que los moros son un
grupo social que no evolucionan, pues tienen mutilada la función
de pensar y así viven enquistados en su pasado inmóvil.
Pues bien, estas palabras tan certeras de Arturo Perez Reverte, fueron
escritas en 2006 y hoy en día siguen con vigor rabioso. ¿Qué pasa,
que somos moros?...., ¿Pasan los años y seguimos sin
reaccionar?.
Entre quietos, parados e inmóviles, España
se encuentra en “evolution out” Pero claro...., al que
se mueve un poco, rápidamente se le tacha de fanático
o radical. (Santacreu)
A los españoles nos destrozaron la vida reyes,
aristócratas, curas y generales. Bajo su dominio discurrimos
dando bandazos, de miseria en miseria y de navajazo en navajazo,
a causa de la incultura y la brutalidad que impusieron unos y otros.
Para ellos sólo fuimos carne de cañón, rebaño
listo para el matadero o el paredón según las necesidades
de cada momento. Situación a la que en absoluto fuimos ajenos,
pues aquí nunca hubo inocentes. Nuestros reyes, nuestros curas
y nuestros generales eran de la misma madre que nos parió.
Españoles, a fin de cuentas, con corona, sotana o espada.
Y todos, incluso los peores, murieron en la cama. Cada pueblo merece
la historia y los gobernantes que tiene. |
Ciertas cosas no han cambiado. Pasó el
tiempo en que los
reyes nos esquilmaban, los curas regían la vida familiar y
social, y los generales nos hacían marcar el paso.
Ahora vivimos
en democracia. Pero sigue siendo el nuestro un esperpento fiel a
las tradiciones. Contaminada de nosotros mismos, la democracia
española es incompleta y sectaria. Ignora el respeto por el adversario; y
la incultura, la ruindad insolidaria, la demagogia y la estupidez
envenenan cuanto de noble hay en la vieja palabra.
Seguimos siendo
tan fieles a lo que somos, que a falta de reyes que nos desgobiernen,
de curas que nos quemen o rijan nuestra vida, de generales que prohíban
libros y nos fusilen al amanecer, hemos sabido dotarnos de una nueva
casta que, acomodándola al tiempo en que vivimos, mantiene
viva la vieja costumbre de chuparnos la sangre.
|
Nos muerden los mismos perros infames, aunque con
distintos nombres y collares. Si antes eran otros quienes fabricaban
a su medida una España donde medrar y gobernar, hoy es la
clase política la que ha ido organizándose el cortijo,
transformándolo a su imagen y semejanza, según sus
necesidades, sus ambiciones, sus bellacos pasteleos. Ésa es
la nueva aristocracia española, encantada, además,
de haberse conocido. No hay más que verlos con sus corbatas
fosforito y su sonriente desvergüenza a mano derecha, con su
inane gravedad de tontos solemnes a mano izquierda, con su ruin y
bajuno descaro los nacionalistas, con su alelado vaivén mercenario
los demás, siempre a ver cómo ponen la mano y lo que
cae. Sin rubor y sin tasa. |
|
|